Cuando uno se encuentra cómodo en casa y afuera no es más que
balaceras y persecuciones, se recomienda contar con internet inalámbrico y
algún dispositivo electrónico con pantalla touchscreen para surfearlo.
Preferiblemente no se siente cerca de puertas y ventanas, y
procure no tener agregados en Facebook a sitios de noticias locales, ni seguir
en Twitter a feeds llamados “código rojo” ni similares que permitan la entrada
de la guerra contra el narcotráfico a su apacible hogar.
Búsquese algo qué hacer. Cómprese un nuevo teléfono (pídalo con
envío a domicilio), cambie su foto de perfil (mejor si antes la pasa por
Photoshop, ¡pasarán las horas sin usted notarlo!), entérese de las últimas
novedades sobre sus celebridades favoritas.
En caso de entrar en pánico o sufrir algún ataque de ansiedad (los
accidentes suceden y no puede impedir que su BFF suba un estatus que arruine su
paz), repase mentalmente los siguientes mantras colocándose en la postura del
guerrero (si no sabe yoga, busque un tutorial en YouTube).
Todo es problema del gobierno y su corrupción. Lo más valiente que
usted puede hacer es quedarse en casa y no entorpecer el trabajo de la milicia
dándoles un cadáver más muerto por bala perdida del cual preocuparse. Además,
usted con sus compras ya está sosteniendo a la economía del país. Usted no es
un cobarde, usted está haciendo patria.