¿Qué es mío? El dolor en las plantas de mis pies por tenerlos en el borde de madera de la cama. El dolor es mío, los pies son míos. Mis ideas son mías. Aunque se afecten por el interminable número de películas que veo diario. Mi tiempo, es mío, casi siempre. Lo comparto, lo gasto, lo cobro, depende de lo que haga con él. A veces vale doce euros, a veces vale ocho; a veces vale mucho más, tanto como el sentimiento de suficiencia al escuchar una película equis con una oreja y el ruido de los pulmones de mi novio con la otra; a veces vale mucho menos, tan poco como el aburrimiento de ver una película en una madrugada de insomnio, en la cama que no es mía pero tiene mi sangre y mis ácaros.
¿Qué es mío? Es mío este cuento, es mío este blog. Es mío este espacio en el ciberespacio. Es mía la tos que se escucha en esta casa ajena, son míos los dedos que teclean sobre la compu ajena. Pero si tú lo lees, lees el cuento, pues por ese momento es tuyo. Si tú compraste blogspot, el blog es tuyo. Y estos dedos, un día van a dejar de ser míos y serán de las lombrices que los coman o de las plantas que con ellos se abonen. Y entonces serán mías las plantas, mías las lombrices, y durante ese momento serás mío tú.
¡Hola, fuiste mío!